Aquel día, una noche, lleno de vientos muy frios, a mi llegaste, un miércoles por la noche a recogerme de aquel lugar...
Una luna pálida nos lleva a tu sombría cueva donde llenarás de calidez con sólo tu presencia y mis miedos no te alcanzan, te asomas a mi y me llenas de
pompones húmedos por todo mi ser, un beso y el deseo furtivo del tiempo
Justo ahora siento tu calor dentro de mi aunque no estés conmigo... Sí! en mi cuerpo una calidez, tu rostro y una palabra recordada: Preciosa!
Tu tiempo, tu espera y tu paciencia, me calman; aunque con llantos y dolor, te digo que fue la noche más bella de mi alma
Momentos inenarrables, recuerdos; sigo mirando el presente y no te comprometo a nada porque es pasado, ahora es puro equilibrio de andar bien, por mi y por ti, por nosotros, estabilidad sin una base sólida... hasta que la seguridad llegue a ti
Aquel miércoles fue mi noche de quimera, en un curioso día de silencio, solo tu y yo, hoy solo queda escribir...
Nadie me limita: arriesgar
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